sábado, 24 de abril de 2010

LA EVALUACIÓN DE ACTITUDES Y VALORES

LA EVALUACIÓN DE ACTITUDES Y VALORES

La escuela debe asumir un rol más participativo en la formación valórica de los niños y jóvenes. Se conforma como “el” gran espacio organizado, para enseñar un conjunto de valores que permitan el desarrollo moral y ético de quienes formarán parte de la sociedad.
Existen dos grandes corrientes que el autor considera como base para el modelo actual:
Teoría de las virtudes, que sostiene que la educación en valores debe centrarse en la formación de las personas inculcando hábitos virtuosos del carácter y no solo mediante la resolución de “puzzles moral” (Lapsey, 1993)
Strike (1991) plantea que el rol de la educación debe centrarse en el desarrollo del carácter y los hábitos de manera congruente con las virtudes a las cuales se aspira.

Por ello, la tarea debería centrarse en articular las conductas, vivencias y valores que se expresan en:
 La relación/articulación entre valores individuales y los modos de pensar que caracterizan a las comunidades en que participan y viven los alumnos.
 En la inserción a la comunidad, no de manera reproductiva, sino activa y crítica, en relación a los valores que se estima sería razonable aspirar.
 La necesidad de la comunidad en general por encontrar un espacio de socialización que permitan el crecimiento personal de los sujetos.
Evaluación de valores

Para evaluar valores en la escuela se requiere de principios consensuados consistentes, procedimientos y espacios específicos de desarrollo, entendiendo que la formación de valores forman parte intrínseca del proceso de enseñanza / aprendizaje, por lo que no pueden disociarse de los contenidos conceptuales. La evaluación tiene el deber de “Juzgar en qué medida están siendo incorporados los valores y actitudes que hemos tratado de promover”, por lo que no debe actuar como “censor” de actitudes y decisiones.
En este contexto, el profesor debe desarrollar competencias para recoger y analizar datos, mediante métodos e instrumentos específicos, lo cual lo ayudarán a establecer criterios objetivos. No separa los tipos de contenidos.
Instrumentos para evaluar actitudes y valores

Uno de los principales problemas que se presenta al momento de evaluar valores y actitudes es el carácter mismo de los valores y actitudes, particularmente el alto grado de subjetividad que se encuentra en la connotación que se hace de ellos, lo que generalmente lleva a clasificar los valores y actitudes en positivos y negativos, muchas veces sin considerar los contextos donde ocurren, o en otros casos, privilegiando demasiado el contexto por sobre el valor o actitud mismo/a. Es por esto que surgen instrumentos para buscar objetivar en un mayor grado la evaluación que se hace de los valores y actitudes, teniendo en cuanta que esta valoración nunca será objetiva, pero que mediante procesos de triangulación que se puede realizar a partir de estos instrumentos, se puede establecer un juicio bastante más apegado a la realidad.
En el presente documento se revisarán cuatro tipos de instrumentos que pueden facilitar la tarea de los docentes a la hora de establecer procesos de evaluación de valores y actitudes, como son: los registros anecdóticos, las listas de cotejo y escalas de apreciación y finalmente, las escalas de actitud.
Registro anecdótico

Corresponde a breves descripciones de los comportamientos observados de un estudiante en situaciones variadas. Estas descripciones deben referirse a hechos significativos, ya sea porque son característicos del individuo o porque se estima que son excepcionales y sorprendentes. Se debe evitar el uso de juicios en la descripción del incidente por parte de la persona que realiza la observación.
En general, un registro anecdótico aportará información más valiosa si contiene anotaciones de observaciones frecuentes del comportamiento del sujeto a lo largo de un curso o ciclo, lo que entrega una información longitudinal más objetiva y completa. Por el tiempo que toma el desarrollo de los registros anecdóticos, es evidente que el profesor podrá usar este procedimiento preferentemente en casos especiales que ameriten un seguimiento sistemático del estudiante.
Lista de control/Cotejo y escala de apreciación/Observación
Lista de cotejo
Corresponde a un listado de palabras, frases u oraciones que señalan con especificidad ciertas tareas, desempeños, acciones, procesos, productos de aprendizaje, conductas positivas o negativas.
Debe especificarse el orden o secuencia en que se realice una serie de acciones o procedimientos, en caso que ello resulte fundamental para el juicio valorativo.

Frente a cada frase, palabra u oración, se incluyen dos columnas -Sí/No; Logrado/No logrado; etc.- en las cuales el observador anotará si lo que allí se plantea está o no presente en lo que realiza el estudiante observado.
Escala de apreciación
Este instrumento es similar al anterior pero permite, a diferencia de la lista de cotejo que posee una escala dicotómica, detectar el grado en que un sujeto presenta el rasgo evaluado, desde la ausencia o escasa presencia hasta la posibilidad de tener el máximo de éste o de una determinada actitud o conducta (mediante una escala gráfica, categórica o numérica). Por permitir esta graduación se le denomina escala politómica.
Criterios de construcción (para ambos instrumentos)

1. Determinar el rasgo a evaluar.
2. Definir el rasgo.
3. Elaborar indicadores -claramente observables- a partir de la definición elaborada.
4. Especificar el orden o secuencia de los indicadores (si corresponde).
5. Validar la relación lógica entre la definición del rasgo y los indicadores elaborados, a través de juicio de experto (validez de contenido).
6. Seleccionar el tipo de escala para evaluar cada indicador (para la lista de cotejo debe ser dicotómica: Sí - No; Logrado - No logrado, etc. Y para la escala de apreciación debe ser politómica, ya sea numérica, categórica o gráfica).
7. Diagramar el instrumento.
Ejemplo Lista de cotejo y escala de apreciación

Rasgo a evaluar: Participación responsable del estudiante en el trabajo en equipo

Definición del rasgo: Se entiende como la participación activa del estudiante en la toma de decisiones del grupo: aporta opiniones propias, respeta el turno para intervenir de cada integrante, escucha atentamente y respeta la opinión de sus compañeros.
Lista de cotejo

Indicadores Sí No
Participa activamente en la toma de decisiones del grupo
Respeta el orden de intervención
Respeta las opiniones de los demás
Expone sus propias ideas
Escucha atentamente a los demás

Escala de apreciación

Indicadores Permanente Frecuente Ocasionalmente Rara vez Nunca
Participa activamente en la toma de decisiones del grupo
Respeta el orden de intervención
Respeta las opiniones de los demás
Expone sus propias ideas
Escucha atentamente a los demás
Escala de actitud

Las escalas de actitudes corresponden a cuestionarios con una lista de enunciados (escalas clásicas de actitud, tipo Likert) o con adjetivos bipolares (diferencial semántico). Se solicita a los encuestados que respondan de acuerdo a sus sentimientos o percepciones.

Se entiende por actitud una disposición más o menos permanente, positiva o negativa, que presenta una persona hacia un determinado ‘objeto’, el cual puede estar representado por una persona, grupo, situación, característica, entre otras.

Toda actitud posee tres dimensiones: cognitiva, afectiva y de comportamiento y todas ellas deben estar representadas de manera equitativa en el instrumento que se elabora para su evaluación.

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